Acné
Es una inflamación de la unidad de la piel sebácea que afecta sobre todo aquellas zonas de la piel ricas en folículos sebáceos (cara, cuello, escote y espalda). Se caracteriza por la secreción aumentada de las glándulas sebáceas y por el taponamiento de los folículos sebáceos que provocan acúmulo de sebo e infección.
Su inicio es multifactorial principalmente endocrino, también influye el sistema inmune y el neuropsiquiátrico.
¿Qué es y como tratarlo?
Todos en algún momento de la vida somos propensos a desarrollar acné por distintas circunstancias. Este inconveniente en la piel se categoriza como una enfermedad que destaca por generar un proceso inflamatorio en los poros. Estos, al estar inflamados, se pueden dañar e infectar fácilmente.
Además, al presentar esta patología, cualquier componente puede generar la aparición de pápulas, nódulos y pústulas. Tanto la grasa propia del cutis como el polvo al adherirse a él desencadenan puntos negros o blancos.
Existen múltiples interrogantes con respecto a la aparición de esta patología, ya que no se relaciona con un detonante especifico. Aunque el acné se presenta en el 80% de la población adolescente no solo es causado por las hormonas. Lo mismo ocurre con la alimentación, pese a estar asociado a una mala dieta, no todos los casos se deben a ello.
Causas del Acné
- Sudoración excesiva: facilita los procesos inflamatorios en la piel y la adhesión de suciedad a los poros.
- Glándulas sebáceas: cuando estas trabajan excesivamente pueden tapar los poros impidiendo la correcta respiración de la piel.
- Fármacos: principalmente los que contienen una fuerte carga hormonal de esteroides, hormonas sexuales o fenitoína.
- Productos: lociones o medicamentos para tratar con el cabello graso.
- Hormonas: etapas en la vida donde se generan grandes cambios hormonales pueden influir significativamente en la aparición de acné. En el embarazo, la pubertad, los periodos menstruales o etapas donde exista muchos estrés.
Dónde aparece el acné
Se encuentra profundamente relacionado con la grasa que segrega la piel, por lo que su aparición se concentra en las zonas seborreicas del cuerpo. Aunque se suele ver en la barbilla, la frente y las mejillas, también puede aparecer en la espalda o el pecho.
Síntomas del acné
Pueden variar en función de la edad del individuo y del tipo de acné que padezca, ya que ciertos síntomas son más comunes que otros. Sin embargo, esta enfermedad, contraria a lo que se pudiese pensar, cuenta con una serie de síntomas muy claros.
- Poros abiertos y cerrados, notables a simple vista.
- Enrojecimiento en el rostro alrededor de cualquier grano o espinilla.
- Pápulas (puntos rojos) que se caracterizan por ser sensibles al tacto.
- Espinillas llenas de pus.
- Espinillas negras.
- Aparición de nódulos, sólidos y dolores debajo de la piel.
- Lesiones císticas, son similares a las espinillas pero se encuentran bajo la piel y son dolorosas.
¿Quiénes son más propensos a sufrir acné?
Todos en algun momento podemos sufrir acné, aunque existen ciertos grupos de personas que se encuentran más expuestos a ello, ya que la etapa en la que se encuentran puede generar con facilidad el acné. Cada una cuenta con una serie de desencadenantes particulares, aunque se encuentren relacionadas.
Acné en adolescentes
Se debe a la extensa gama de cambios hormonales y fisiológicos que se producen en el organismo. Estos pueden afectar seriamente al metabolismo, por ello es común que la mayoría de adolescentes padezca de esta enfermedad en al menos parte de su pubertad. Además, aunque no es el causante, los cambios metabólicos también demandan un cambio en la dieta, que puede facilitar que el acné empeore.
Acné en adultos
Existen principalmente 3 causantes:
- Glándulas sebáceas: cuando estas trabajan excesivamente, se facilita que los poros se obstruyan. Estos se infectan con facilidad y pueden extender la infección a otros poros cercanos, desencadenando un proceso inflamatorio cada vez más extenso. Para eliminarlo, debe tratarse el causante de la producción irregular de grasa.
- Desequilibrios endocrinales: algunos de estos pueden mantenerse aun tras la adolescencia y deben ser tratados por especialistas. Pueden ocurrir también en etapas de desequilibrio como el embarazo, la menopausia o la andropausia.
- Estrés: influye notoriamente en los niveles de cortisol, lo que puede desencadenar en múltiples inconvenientes, tanto hormonales como problemas en el metabolismo.
Acné neonatal
Este es un tipo que no presenta inconvenientes ni amerita ser tratado, ya que no suele durar. Se presenta en los primeros 3 días del nacimiento y puede durar hasta el primer mes del bebé. Es causado por las hormonas de la madre o en algunos casos por la presión que sufre el rostro en el parto. El acné neonatal es meramente inflamatorio y las probabilidades de complicación son prácticamente nulas.
Tipos de acné
Al igual que otro tipo de afecciones es posible categorizar el acné según su gravedad en varios niveles. También es posible considerar cuáles son los tipos de lesiones que se generan. E incluso un método poco empleado popularmente es separarlo según su clasificación clínica.
Conocer estas categorizaciones permite contar con una imagen objetiva de la gravedad de cada caso particular y conocer específicamente cuáles son las implicaciones que conlleva y su gravedad.
Tipos de acné según el tipo de lesión
No solo es posible definir esta patología según el nivel de lesiones que genera o su gravedad. También es posible separarla por tipos, en función de cuáles son los daños que generan específicamente.
Comedogénico
Es un tipo de acné leve que puede escalar si no es tratado correctamente por la obstrucción que se genera en los poros. Se caracteriza por una seborrea abundante en la piel y múltiples comedones.
Papuloso
Los comedones se hacen abundantes, puede categorizarse como una afección moderada de la piel. No suelen presentarse infecciones en los poros, cuando ocurre no suele ser en gran cantidad.
Atrófico
Ocurre cuando otro tipo de afección ha degenerado para ser más grave, generando deformidades y cicatrices en la piel. Se presenta cuando un acné como el papuloso se ha vuelto muy denso.
Conglobata
Es un nivel grave o muy grave de acné que se caracteriza por presentar masas redondas bajo de la piel. Se presentan quistes, nódulos y múltiples comedones grandes. También aparecen abscesos, por lo que se deforma el aspecto del rostro. Además de que se genera un extenso proceso inflamatorio que puede cubrir gran parte del rostro.
Quístico
Es uno de los tipos más graves que puede presentar esta afección, es una condición dolorosa y difícil de tratar. Presenta todos los tipos de lesiones, pústulas, pápulas, abscesos, nódulos, comedones y genera tumoraciones que presentan costras, sangran, causan grandes molestias para aquellos que las padecen. Es una afección que genera una grave inflamación en todo el rostro.
Queloideo
Es un tipo de acné donde el inconveniente principal no son las lesiones que se generan sino cómo se curan las mismas porque al sanar, la piel genera un engrosamiento del tejido cicatrizal, generando queloides. Estos son difíciles de tratar para disimular su aspecto o hacerlos desaparecer.
Tipos de acné según la gravedad de las lesiones
Todos los tipos de acné pueden dividirse en 3 niveles, de una manera simple para que la población general pueda comprenderlos. Al definir el nivel de daño que genera cada tipo es fácil conocer los posibles riesgos o secuelas. Además de entender cómo de simple o complejo puede resultar tratar un caso.
Leve
Solo se presentan comedones, pápulas y pústulas. No suelen aparecer en grandes cantidades, el número de espinillas suele ser menor a 10 y son pequeñas. Por cada mitad del rostro puede que no sea superior a 5.
Moderado
Los tipos de granos que se presentan son los mismos que en el nivel anterior. Aunque la concentración de ellos cambia, se cuenta una cantidad de mínimo 20 lesiones en una mitad del rostro mientras las espinillas son de 10 a 40.
Grave
En este nivel ya aparecen los nódulos debajo de la piel, los cuales son muy dolorosos, junto a todo tipo de lesiones dérmicas. Además las espinillas en la cara por cada mitad se cuentan entre 40 y 100. Algunos especialistas dentro de esta categoría distinguen el acné muy grave o severo, donde además pueden aparecer quistes abundantes.
Tratamientos para el acné
Al ser considerada como una enfermedad esta es tratada como tal por lo que se han ideado múltiples mecanismos para lidiar con ella y aliviar las molestias que genera y abordar los causantes de cada afección.
Medicamentos tópicos
Son una de las opciones más conocidas porque es lo recomendado en la mayoría de casos. Es factible solo para el acné leve donde la gravedad de las lesiones y su extensión no suele ser tan marcada.
Se emplean múltiples fármacos tópicos para tratar las diferentes causas y consecuencias de esta patología. Se aplican compuestos para lidiar con los microcomedones, de preferencia que incluyan antibióticos para sanar la piel lentamente, evitando que vuelvan a aparecer las espinillas. Además, se incluyen componentes antinflamatorios para que no afecte a la piel nuevamente.
Medicamentos orales
Se usan para casos leves que no responden a medicamentos tópicos, moderados o en conjunto con otros fármacos para tratar casos graves. Pueden ser antibióticos cuando la causa del acné es una extensa infección en la piel. También se emplean retinoides que regulan la actividad de las glándulas sebáceas. Cuando la causa de la afección es endocrinal se pueden suministrar hormonas para regular la actividad.
Tratamientos terapéuticos
Existen terapias e intervenciones realizadas por profesionales para tratar con el acné cuando este se vuelve grave. Los tratamientos se utilizan cuando no es posible hacerlo a través de medicamentos orales o tópicos.
Se emplean terapias con láser, fototerapias o fotodinámicas como una opción para eliminar las infecciones de la piel en ciertos casos. De esta forma es posible abordar específicamente la infección en el rostro sin afectar al resto del cuerpo. Para lidiar con mucho tejido afectado también se suelen realizar infiltraciones o exfoliaciones químicas y mecánicas con el objetivo de limpiar el cutis lo mejor posible.
En casos muy específicos es necesario optar por procedimientos quirúrgicos para acabar con el acné que consisten en remover tumoraciones, nódulos o comedones. Aunque esto puede suponer un alivio y una mejora inmediata, no siempre ofrecen un resultado positivo a largo plazo.
Consejos para prevenir el acné
- Limpiar la piel diariamente con agua tibia y suavemente sin frotarlo, ya que esto puede generar daños. Utilizar un jabón adecuado, que no sea muy agresivo con las zonas sensibles.
- Tras cada limpieza hidratar el rostro con alguna crema adecuada de preferencia que contenga antinflamatorios.
- No hacer presión: extirpar los granos o espinillas no es una buena opción, esto daña gravemente el tejido. Además en algunos casos puede favorecer a que se extienda hacia otros poros.
- Protector solar: el sol puede lastimar profundamente la piel además de favorecer a que esta se deshidrate. Usar cremas con FPS 30 como mínimo puede ser de mucha ayuda para evitar el acné y cuidar la piel.
- Prendas: las personas que usan gafas deben cerciorarse de limpiarlas habitualmente, ya que estas pueden retener grasa. Con la vestimenta, no usar ropa apretada, puede favorecer a la obstrucción de los poros y dificulta la respiración de la piel.
El estrés de la pandemia, la ansiedad y el uso obligatorio de la mascarilla junto con otras medidas preventivas para evitar dentro de lo posible la trasmisión del Covid 19 está generando diferentes afectaciones en nuestro organismo. Uno de los efectos secundarios que toda esta situación nos está provocando en nuestra piel es el acné de la mascarilla que se ha denominado en las redes sociales “maskne”. Es un acné mecánico que se origina de la fricción mecánica de un tejido contra la piel, además nosotros mismos al respirar creamos un ambiente muy húmedo en la zona facial debido al uso continuado de la mascarilla, lo cual provoca una proliferación de microorganismos y bacterias. Todo esto, puede desencadenar diferentes brotes de acné siendo uno de los más frecuentes la dermatitis perioral, es decir, irritación, inflamación por la falta de transpiración de la piel alrededor de la boca y en zonas alrededor de la nariz e incluso los párpados. Es importante recordar que el acné causa una afectación importante en la autoestima de los pacientes e incluso problemas de ansiedad y depresión que no debemos de olvidar.
Además el uso de mascarillas N95 y PPE pueden provocar muchas enfermedades dermatológicas ya que pueden desencadenar erosiones en la piel, sangrados llegando a provocar úlceras, siendo esto más frecuente en profesionales de la salud debido a las medidas de protección extremas que tiene que llevar en sus trabajos para hacer frente al Covid 19.
¿Cómo podemos prevenir el “maskne” (acné por mascarilla) provocado por el coronavirus?
- Uso de las mascarillas:
- Respeta el tiempo de uso de cada mascarilla recomendado. Las mascarillas deben de tener un marcaje de CEE, no todas valen.
- Lava la mascarilla (si es reutilizable) y cumple las normas que el fabricante aconseja: se deben lavar y secar completamente después de cada uso.
- Si la mascarilla se ensucia de crema hidratante, crema de protección, maquillaje o de nuestro propio sudor si hacemos deporte, es una mascarilla contaminada y que con mayor probabilidad nos podrá generar problemas en nuestra piel.Espere 30 minutos después de aplicar el fotoprotector solar o la crema hidratante previamente a la utilización de la mascarilla ya que los restos de producto cosméticos pueden penetrar peor y reducir el efecto de la mascarilla.
- Cuanto más limpia esté la piel menos efectos secundarios aparecerán. Intenta no utilizar maquillaje, y si lo haces asegurate de desmaquillar la piel antes de colocar la mascarilla de nuevo.
- En nuestra clínica la Dra. Nuria Ugarte realiza una valoración dermatológica para posteriormente proceder a pautar el tratamiento correcto en base a la afectación que presente el paciente combinando tratamiento dermocosmético, micronutricional, microneedle y peeling químico.