Cuperosis, piel rosácea

El daño por el sol puede ser común, especialmente en días calurosos, sin embargo cuando se sospecha de cuperosis o piel rosácea existe una señal de alerta. En algunos casos esto puede indicar que se padece de algún trastorno o anomalía en el funcionamiento de los mecanismos de defensa del organismo.

La piel es un órgano sumamente delicado, que presenta una reacción rápida ante cierto tipo de estímulos como puede ser la alergia, un impacto o una herida muy superficial. Ante estas circunstancias, el cuerpo desencadena múltiples procesos químicos que resultan en inflamación y enrojecimiento. Cuando esto ocurre con demasiada frecuencia o ante estímulos muy leves internos o externos significa que se padece de hipersensibilidad.

Los trastornos de este tipo se deben a que el organismo no cuenta con la protección suficiente. Estos inconvenientes son comunes en personas con una tez clara. Cuanta menos melanina se encuentre en el tejido, mayor es la probabilidad.  Cuando esta hiperreactividad de la piel no es tratada a tiempo se puede producir acné, psoriasis o atopí2a.